Tuesday, May 29, 2007

LOVE & VIOLINS




A veces me dan ganas de llorar cuando escucho música tan bella. Se trata de el soundtrack de The Church, dirigida por Michelle Soavi.


La primera vez que la vi pensé que lo único rescatable de la película era la música. Me equivoqué. Está plagada de imágenes bellas, cuadros barrocos, arquitectura celestial. Pero la música, oh, la música... Me hace olvidarme de que son las cinco de la mañana y no he podido dormir desde hace días.

Monday, May 28, 2007

OUT IN THE STREETS






Ricardo y yo salimos el viernes. Unas bebidas en el billar, apurarnos para llegar al no-cover... y se nos hizo un poco tarde, suongo que no corrimos tan rápido como debíamos, jajaja.



Deambular por la calle matando el tiempo. Todos los lugares están vacíos entre 8 y 10, así que teníamos que pensar bien nuestras opciones. Terminamos en El Taller, subiendo y bajando escaleras, riendo, viejos conocidos, amnesia, cerveza...



El fin de semana fue de descanso. Por ahora debo conseguir un nuevo trabajo.



Y Blondie, blondie, blondie!!!



Me enloquece. Es mi grupo de música favorito.



Bueno, no hayque perder la cabeza. Aún tengo problemas para dormir. Básicamente, no puedo dormir de noche. Y me dan pesadillas. Sueño con los Sopranos, con Freddy (Krueger, quién más), con Siouxsie, con Shocker, con zombies... Tal vez empiezo a enloquecer, de ver tantas películas y oír tanta música.



Me siento emocionado. Aún no sé por qué. Es como si algo estuviera a punto de pasar, pero todavía no sé qué es.

Monday, May 21, 2007

REVILLAGIGEDO Y VICTORIA




Ricardo y yo nos aventuramos en las calles del centro, afuera del metro Juárez, con intención de visitar el Museo de Asesinos Seriales, recomendado por una amiga cercana (Elena) que insistía en que yo revisara la "memorabilia" que escribió para los libros de historia (más adelante explicaré aquel asunto).





Aprovechando el descuento de estudiantes--mi credencial venció hace dos años pero todavía me la hacen válida, jeje--entramos con todo y audioguía. Más que un museo parecía una de esas casas de fenómenos de alguna feria ambulante.








Ahí lo tenías: sets acartonados de escenas sangrientas, un narrador en exceso diplomático y una pantalla de televisión que transmitía imágenes más fuertes, la mayoría reales. El favorito personal: la sección Ed Gein, muy Msacre en Texas, y o del señor Smith realmente me asustó, jamás pensé que alguna de estas historias pudiera darme miedo (si acaso morbo y escalofríos, pero jamás me había sentido horrorizado por una persona, salvo exnovios, jaja).












Por primera vez reprobé la pena de muerte. Jamás había reflexionado en ello. El asesinato es un acto monstruoso en la media que afecta a familias enteras, pero también es inhumano que el Estado aplique castigos que distan de ser indoloros, tratando al criminal como un mero especimen de alguna loca investigación científica.











También me asombra la incertidumbre de datos respecto a la vida de estos personajes. El mero hecho de que los números de víctimas sean improbables--aunando la personalidad megalomaníaca de la mayoría de los seriales-- demuestra la incompetencia humana para discernir los casos. No resistí el morbo de tocar la fría cámara de gas.

--¿Si te condenaran a muerte, ¿cuál escogerías Ricardo?


--Silla eléctrica.





--Cámara de gas. No soportaría que me frieran vivo, ni oler a chicharrón.











La breve e ilustrativa visita fue seguida por la rigurosa compra de souvenirs: folletos y postales, todos a precio accesible. Recomiendo esta visita a cualquier curioso, tan sólo por la experiencia morbosa en la que entran en desequilibrio seriedad, investigación y freakshow.






Al final pude comprobar que aquello que usaba Chikatilo era una playera conmemorativa de los juegos olímpicos (!). Nefasto.























Al fin seguí las órdenes de mi amiga Elena y revisé la página 17 del libro de visitas. Gracioso.














Afuera, en las calles, una sesión de foto bajo la mirada divertida de los habitantes locales. También vi un par de guantes de cuero bastante monos.












De ahí brincamos al billar de Insurgentes y recibí una noticia fatídica por teléfono.




--¿Te quieres ir a tu casa?--me preguntó Ricardo preocupado, un verdadero amigo.
--No. Voy a estar bien. Quiero pasármela bien hoy, además ya estoy borracho.
Fuimos al antro, bailamos, me besé con un tipo que después se ocultó tras su novio, etcétera. La diversión de siempre, llena de piropos y halagos y rondas de vaivén hacia el baño y las pistas de baile.

Thursday, May 17, 2007

UN CUERPO EN DOS, TIRADO EN EL SUELO


Un cuerpo de mujer cortado en dos, tirado en el suelo. Era un maniquí, junto a un montón de teléfonos de los años 70, y pelucas llenas de telarañas y lámaparas que seguro harían corto circuito. Las exóticas maravillas del mercado de San Juan, en Neza.

Demostró ser un extenso fin de semana en el que conocí el mítico Spatacu's de Neza, escudado en mi amigo Ricardo ante el temor de que una vestida me navajeara.

El sueño hizo estragos en mí, apenas aguanté la noche, eso que venpiamos de otra fiesta en un gimnasio lleno de espejos y hombres musculosos y chicas nalgonas que bailaban al son pachanguero. Todo un espectáculo que contemplé con modesta sonrisa.

Luego un viaje en vocho rojo a toda velocidad--unos 20 kilómetros por hora, y la máquina se staba quemando del esfuerzo. En el cuarto oscuro casi me quedo dormido, tuve que salir para evitar que alguien se masturbara encima de mí y yo no me diera cuenta. Casi estaba dormido, y para despertar le sonreí a un viejo horroroso para que me comprara un jugo de fruta.

Al final nos quedamos con el amigo de Ricardo, y salimos por la mañana ante los desoladosrestos de celebración.

Ya iba hacia i casa cuando tuvimos la brillante idea de comprar cerveza en un local mientras un montón de borrachos veían el partido de futbol.

--Todo esto está muy bien pero hacen mejores micheladas en san juan.

--¡¿El mercado de San Juan?!

--¿Vamos, amiga?

Y fuimos. No se necesitaba demasiado para convencerme. Toda una semana de alcohol ininterrumpido, que culminó en un mercado recóndito de Ciudad Neza. De antología. A veces me pregunto: "¿Cómo he llegado hasta aquí?"

DADA GIRLS



Al día siguiente podías verlas muy monas, arreglándose para la boda del año. Con sus vestidos largos y aretes, y peinado de salón de belleza.


Yo decidí no ir. Me sentía en el papel de la hermanastra desalmada y orgullosa que da la espalda a cualquier evento familiar. La verdad es que ardía en celos de no poder ir a la fiesta con un vestido largo y aretes y peinado de salón de belleza.


Jaja.


Aun... les quería sacar una foto. Todo el asunto (que fueran tres, muy fancys) se me antojaba muy Marvelettes, de ahí la toma aérea desde el sillón (yo trepado en el mueble, en un desquiciado intento por conseguir la toma más glamourosa).


En cuanto se fueron me puse mis ropas de noche. Teía una cita con mi amigo Ricardo.

UN PEDAZO DE GUATEMALA EN MI...CORAZÓN



E. Quiero enseñarte este lugar maravilloso. Lo vas a pasar muy bien, seguro que sí.


Lo jalo del brazo y caminamos. Me detengo en seco, miro alrededor, preocupado: estoy perdido, no sé en dónde estamos.


G. ¿Estás seguro de a dónde nos llevas?


E. Estaba seguro...hace un momento.


Empiezo a reír, porque acabo de darme cuenta de mi error.


E. ¡Estamos caminando hacia la Glorieta de Insurgentes! El lugar queda del lado opuesto. Debí confundirme...je...


Claro, la explicación es que estaba completamente pasado de copas. Ya antes habíamos escapado de un restaurante. Entramos ahí, como si nada, y nos metimos al baño. Luego se escuchó mucho ajetreo, estaban buscando a los polizontes.


Nos escabullimos silenciosamente. Toda una manada, buscándonos, con radios y walkie-talkies y el arma cargada. Me refugié detrás de mi superhéroe, él nos sacó a salvo.


No me había dado cuenta de que era un lugar exclusivo. Cuando salimos vi que había una fila enorme y un cadenero agitando la cabeza en gesto negativo. No sé cómo nos metimos, debimos hacernos invisibles o algo así.


Había este lugar, donde seguro lo pasaríamos más cómodo. Quién diría que en la eterna línea de espera me encontraría con un viejo amigo.


L. ¿Quéhaces aquí, perdida?


E. Nada... quería que mi novio conocira este lugar.


L. ¿Novio?


E. Novio, amigo, ligue... da lo mismo.


Llegó el acompañante de L., que es quien siempre paga las entradas.


Gl. ¿Vienes solo?


E. No, vengo con mi novio.


Gl. ¿Y R?


¡Es verdad! Había olvidado a R --y también olvidé que, originalmente, ta narración estaba en presente--.


E. ¡Tenemos que hablarle! Creo que lo olvidé en el antro.


Gl. ¿Cómo pudiste haberlo olvidado? ¡Es tu hija!


E. Lo sé, es que iba entrando y me encontré a Guatemala.


Gl. ¿Está ahí en el antro?


E. Sí, lo más seguro es que sí... no me fijé, la verdad.


Gl. salió muy resuelto en busca de R. Yo me despedí de L. para volver on Guatemala.


E. ¿Y qué te parece México?


G. Bien. Vengo de Puerto Valarta, muy divertido.


E. ¿Y los mexicanos? ¿Qué tal?


G. Pensé que tenían bigotes y botas y que todos veían el Chavo del 8.


E. ¿Y es cierto?


Un pedazo de Guatemala en mi corazón, una despedida lluviosa, empañada por el recuerdo. Guatemala y yo pasamos un buen rato y luego volvimos por R. al antro. Cuando nos encontramos los tres, R. tuvo la descortesía de darle el número de celular a mi novio.


R. Este es mi número, llámame.


Nos despedimos. Besé a Guatemala en la boca, para marcar territorio, y luego caminamos en zigzag hasta nuestras casas.


R. ¡Está bien guapo!


E. Lo sé, chica, lo sé.

Wednesday, May 09, 2007

MIÉRCOLES

Ayer volví a ver Pesadilla en la Calle del Infierno. Gran película, me gustaría verla más a menudo. Verdaderamente horriílante, un clásico, una pieza épica.
Fuera de eso, escribir, escuchar música (The Glove, OMD, Cabaret Voltaire) y ver tele. Por cierto, que debo buscar trabajo. Así es la vida después de los 20, jaja.

Thursday, May 03, 2007

Simplemente 20

Hoy ecribe aguien nuevo. Bueno, no realmente... Sigo siendo la misma persona, y eso de los cumpleaños--en mi caso, el 30 de abril--sirve sólo para hcer una división simbólica entre los periodos de experiencia.
¿Qué si noto alguna diferencia entre una edad y la otro? Claro que la noto. Tal vez se deba al tipo de experiencias que varía con la edad.
Etcétera. Ando un poco aburrido, hace mucho claor y quiero tomarme un descanso...
Saludos desde algún lugar de México.