Thursday, December 06, 2007

MALDICIONES, SUSURROS, PASILLOS OSCUROS


La conversación nunca se convirtió en tópicos. Llegó nuestra salvación, junto antes de abrazar la destrucción y la ironía. Nuestra amiga de la prepa lista para comprar más cerveza.

No recuerdo haber tomado tanto desde hacía tiempo, ni siquiera el Día de Muertos (y esa fecha se ha vuelto sagrada en mi canon). Reí como nunca, avanzando a tropezones entre las criaturas de la noche: un montón de maricas estereotipados dispuestos a bailar cualquier cosa tocaran en el antro.


Así que nos subimos a la tarima y cantamos nuestras propias canciones (lo que explicaba mi condición afónica cuando desperté la otra mañana, con la mente en blanco) y bailamos nuestros propios pasos sin importar las coreografías, tal vez más por molestar que cualquier otra cosa.



Nos habían cerrado el antro darketo, así que matamos el ti9empo con la muchachada. Se nos pegó alguien sacado de las praderas y nos divert6imos con una vestida con la cara deforme de tantas malas cirugías.
La crueldad está a la hora del día. Al final me acobardé y pasamos momentos muy incómodos en un restaurante, abandonados a nuestra propia suerte. Quedan las malas impresiones de la resaca pero, viendo las fotos del celular, nos divertimos bastante.



En la semana me enteré de que voy a recibir un paquete que ordené por internet. Se me alegró la semana, no será una navidad tan austera después de todo. También me entregué a la ardua y polvosa tarea de reacomodar mi cuarto. Al principio me ha costado trabajo adaptarme a qque todo esté al revés. Es divertido, como un universo paralelo. Quiero nueva música y nuevas películas, y en lo que llegan los paquetes navideños buscaré algún pasatiempo.

Aquél proyecto, Apuntes de Cocina, está cobrando forma. Uno no puede meterse a trabajar horarios intempestivos en un ambiente ajeno y salir ileso. Bueno, salí ileso (aunque esas rodillas ya no tienen garantía de ochenta años) pero ahora veo la vida y las cosas de un modo muy distinto. Por cierto, anoche soñé con un chico de la secundaria. Un sueño húmedo (nadábaos en una alberca y yo lo jalaba hacia el fondo de la piscina). Pasé toda la tarde pensando en él. Fue algo lindo...

Creo que mi cerebro se ha vuelto más receptivo. Puedo procesar cualquier tipo de información. Mis intereses han cambiado y la mayorñia de mis planes han tomado un nuevo giro.

Me siento más tranquilo y seguro, y loas decisiones que tomo... ya no me preocupa hacer las cosas, ya no dudo tanto antes de actuar.

Siempre y cuando no ponga en riesgo mi salud o altere mis antecedentes penales.


;)



Jejejey...