EL HOMBRE QUE NUNCA ESTUVO

Espero, espero y espero. Nada. Cuando uno está impaciente, una hora tiene la duración de meses y años enteros; cada segundo es denso, se arrastra con la renuencia de un caracol. Uno quiere gritar: "¡Ya, por favor!" y el segundero del reloj apenas da un salto burlón. Eventualmente uno pierde la paciencia y levanta el teléfono. Prepara una sonrisa falsa (porque siempre se nota si uno está serio) mientras el teléfono da el tono hasta que contestan.

--Hola, ¿cómo estás?--se calman los nervios cuando la voz al otro lado de la línea suena amable.

--Bien, gracias.

--¿Qué haces? ¿Estás ocupado?

--Pues estoy aquí... Tomando un café--. ¿Tomando un café? ¿Entonces por qué no has llamado como prometiste? La sonrisa flaquea pero no se deja vencer--. ¿Cuándo nos vemos?

--Cuando quieras--respondo. A estas alturas debes saber que estoy a tu disposición.

--Luego nos ponemos de acuerdo.

¿Luego nos ponemos de acuerdo? Mi cerebro traduce: otro día me llamas y yo te digo cuando tengo tiempo para verte. Es una despedida cortante.

--Va... --acepto, mintiendo--. Luego nos ponemos de acuerdo. Que estés bien. Adiós.

Yo no soy así. No soy de los que esperan llamadas, no soy de los que insisten, no soy de los que se toman el tiempo para conocerse y tenerse confianza. Para mí un mes es un gran tajo de mi vida, y no puedo pasarlo convenciendo a Óscar de que no soy un niño.

Esperar no es una opción. Renuncio a ello. Claro que si me manda un mensaje de saludo responderé inmediatamente. A veces no puedo resistir, Simplemente no quiero caer en lo mismo: por un lado, el del amor navideño (revisando mis diarios me he dado cuenta de que nunca falta) y por otro, el de la relación imaginaria (relaciones basadas en charlas por el msn, o correos electrónicos, o llamadas telefónicas, o mensajes de celular). Si se va a dar algo, quiero que sea real.

Lo siento, yo no soy así. Una semana, una hora, es un gran tajo de mi vida, y no puedo pasarla esperando.

Lo siento, Óscar, yo no soy así.

THIS MUST BE THE PLACE (NAIVE MELODY)

¿Cómo empezar un blog? Tengo tantos que ya ni recuerdo: antes cualquier idea me parecía buena para empezar un blog. Lo hacía por puro capricho, por eso casi ningún proyecto duró más que mi diario, Mi Vida Privada. Es duro deshacerse de algo que ha estado tanto tiempo con nosotros: amigos, escuelas, ciudades...

Podría pasar líneas y líneas extrañando mi blog. Siendo sincero, se trataba de una página fea (antes no había tantos formatos para escoger, ni tan coloridos), sin color, sin chiste, pero a medida que escribía en ella la iba creando. Así funciona, je. Siempre es bueno volver a empezar, pero sin olvidar lo que ya se ha vivido antes, eh.