Tuesday, January 12, 2010

BESOS AL PASTOR

Sí, él estaba bailando y enseñando los músculos de un brazo más bien maltrecho. Yo estaba tan hambriento que no dudé en aceptar los tacos al pastor que aquel reportero se había ofrecido a comprarme.
El tipo se acercó a mí bailando, sonriendo, enseñando el conejo. Se presentó: traía en la mano un papel, y celebraba:
--Acabo de salir de la prisión militar. Estuve dos meses encerrado. La cárcel, ¿sabes?
Le arrebaté el papel. Estaba sellado y decía su nombre. Manuel algo. Enseguida me lo quitó, orgulloso de ser un exconvito certificado.
--¿Cómo te llamas?
Antes de poder responderle, pues estaba muy atareado degustando mis tacos, acercó su cara y me plantó un juguetón beso en la boca. Si lo pienso bien ha sido la primera vez que alguien me sorprende comiendo tacos. Mi primer beso al pastor, ¡vaya! Por supuesto me reí y alejé mi cabeza lo antes posible, para poder seguir comiendo a gusto.
Parecía la más disfrutable de las compañías, y si indago en ese cofre de recuerdos creo que se bajó el pantalón y me mostró un boxer rojo con blanco, con un paquete nada despreciable, y buen trasero, como siempre. ¿Omití la nalgada de rigor? Me parece que sí. Sólo quería ver. Esa noche ya tenía novio.
Wilberto. O Wilfredo. O Wildoval. Leí el nombre en la placa metálica pero el calor de los cuerpos y la urgencia de mi tacto me hizo olvidar cualquier cortesía. Hasta me dejó tomarle fotos y me quedé con un recuerdo más que carnal. Evidencia.
Hay que guardar evidencia. Tal vez se me ocurra clonarlo, más adelante. Mi propio parque jurásico.
Así que tuve un novio, conservé tres tipos de evidencia, repartí sonrisas y recibí otro tanto, me gané una cerveza en un concurso de "adivina-cuantos-años-tengo", cotorrée con un tipo que recargó su cerveza en el orinal (lo confundí con mi instructor de la Sedena), un tipo me agarró las nalgas en los baños, conseguí otros contactos de una raya en la frente y me enteré de un congal donde la caguama está a veinticinco pesos (¡apenas un dolar ochenta, y en plena recesión!). La cura perfecta para un sábado gélido.
:)