VIERNES 13 PARTE 2

Se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó se acabó ...

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Las palabras caen sobre mí como las olas del océano. Por la tarde me encontré a Jesucristo. Me dijo:

--En vez de cogerte siento ganas de abrazarte.

Entonces me puse a llorar pero lo disimulé todo con una sonrisa. Me daba un consejo tras otro, mi revelaciones, y yo intentaba recordar todo pero estaba demasiado borracho. En el baño un tipo de miedo se la sacudía mientras orinaba, observándome. Pensé que mi novio jamás haría eso. Mi novio era un caballero y mi novio me había dicho que lo único que quería era conocerme y respetarme:

--Quiero conocerte mejor y respetarte. Eso es todo lo que quiero--me dijo y me besó. Su lengua, sus labios dulces, sus mordidas suaves, a veces brutales.

Sin emargo yo estaba ahí sentado con ese desconocido, hablando sobre la vida, el arte, drogas, piedra, coca, mota, un ángel. Una canción sonaba en la rockola.

--El hombre que vendió el mundo--anuncié. ¿Por qué sonaba esa canción?

Me dolió la cabeza intentando encontrar un significado.

--Tú lo que necesitas es un hombre con corazón, no un hombre con la verga parada.

Mis labios hervían. Miré hacia el suelo, pensando en ese hombre con corazón. Otra vez empecé a llorar, en silencio. La tarde anterior fui con una amiga al cine a ver "Coraline". Adriana, de la prepa.

--Me dieron ganas de llorar al principio--le comenté y me abrazó--. Después me dio mucho miedo...--Sacudí la cabeza--. No sé por qué estoy tan sentimental, debo estar en mis días.

Ella se rió, y me alegraba de escuchar su risa y también quise abrazarla. ¿Por qué todos recuerdan al italiano? ¿En serio lo amé tanto o fue sólo un sueño, un recuerdo? Acaso el entra en la categoría de hombres con la... ¿nunca lo sabremos? Todo se quedó en una promesa y un dolor que se desvanecía, como un ciervo desangrándose luego de un escopetazo.

Confía en mí, por favor. Yo te voy a esperar, con los brazos abiertos, la boca, las piernas, todo mi cuerpo esperará y estará listo para recibirte.

Mi novio de verde con misión a Chihuahua. En dos ocasiones dejó de escribir; un día entero de largo silencio, y romántico como parecía al principio, la preocupación ganó el paso al idealismo telenovelero.

Por favor confía en mí.

Pero supe que había terminado. De nuevo sus celos. Sin importar que le dijera cuánto lo quiero y que lo voy a esperar. Me sentía como Lauren en "The Rules Of Attraction". Y eso fue todo. Me rendí, me cansé de vivir en la incertidumbre, el temor de que cualquier día me dijera que ya no soportaba estar lejos de mí y que ahí terminaba todo, sin consultarme. Luego yo, haciendo llamadas para convencerlo y reestablecer el orden.

"Estoy muy triste. Sólo quiero saber si me quieres. Si no pues adiós." El mensaje voló por el cielo hasta Chihuahua. Luego contestó.

RESPUESTA: "¿Qué quieres que te diga? Si supieras cómo me siento."

YO: "No quiero estar peleando ni sufriendo. ¿Tú cómo te sientes?"

RESPUESTA: "No puedo decirte. Sólo tengo dos recuerdos tuyos que me hacen suspirar. Una foto tuya y un tatuaje con tu nombre."

Pensé en mi foto, una foto de un yo que ya no era yo, una foto que tal vez él tiraría por despecho. Entonces me puse a llorar por cuarta o quinta vez en ese día y pensé que era el clima lluvioso, que me agrada, porque embellece el paisaje citadino, pero también despierta mi nostalgia. Era el terror de tal vez haber puesto una foto, una parte del mí vulnerable, en las manos equivocadas.

Después me puse a ver televisión. Cuando terminó mi programa empecé a llorar otra vez.

--Tu verdadera misión es encontrar a tu verdadero [interferencias].

La voz me gritaba. Se perdía en ecos. Alguien más lloraba al pie de mi cama. Se escondía debajo y yo lo seguía, pero eso fue parte de otro sueño.

Y mientras él se queda con mi foto y su tatuaje, yo sólo tengo la sensación de que algo quedó incompleto: mi vida.

EL DÍA DE LA MUJER

VIERNES 13 PARTE II

Ayer la luna parecía una sonrisa suspendida en un péndulo. O una reproducción de la sonrisa flotante del gato de Chesire, de Alicia En El País De Las Maravillas. Luego de comunicárselo a mi madre, la urgí para que saliera a verla, y como hacía mucho frío, nos tomamos un tiempo sobrecargándonos de chamarras y guantes y cobijas.

Cuando salimos la luna había desaparecido.

Estoy seguro de que no lo aluciné. Ahí estaba, en el horizonte, entre dos montañas. Pero luego uno no está tan seguro de lo que ve o sólo imagina.

Como hoy, al abordar una combi sin señales ni anuncios. Le pregunté al conductor:

--¿Va a San Cristóbal?

Y me dijo que sí, así que abordé. Estaba escuchando una canción en mi iPod, una canción completamente fuera de lugar en una tarde soleada que quemaba. Bailando, de Alaska Y Dinarama.

El conductor me pidió que me pasara adelante, pues no estaba seguro del camino.

--¿Pero vas a San Cristóbal?--inquirí nuevamente.

El tipo me pidió que le indicara el camino, y yo empecé a señalar calles al azar, pues yo tampoco estaba seguro, e intenté adivinar qué hacía ese tipo con una combi sin ruta ni pasajeros. Las avenidas estaban cerradas, así que se desvió por otras calles, y cuando intenté memoricar los detalles el asfalto me cegaba.

Todo era parte de un plan, de un guión bien actuado.

--Me gustan las mujeres chichonas--afirmó, pero yo deducía lentamente que también le gustan otras cosas.

Sonreí, deleitado en mi combi. Emperador.

Todo era parte de un guión perfectamente ensayado. Puse a prueba algunas frases que otros (soldados) habían usado conmigo. Luego pensé si no estaría dando demaciada información.

También pienso, ahora, si todos son extras que desempeñan su papel. Todos esos niños replegándose debajo de las bancas en un salón de clases.

La niebla, la llovizna y las avenidas que me hacen pensar en Jalapa, y en que tal vez todas las ciudades de México son la misma ciudad. La chica se agacha, la señora se detiene para recoger algo que cayó de su bolso, el hmuchacho tose desde el interior de su auto. El hombre de verde le grita a la cámara, le grita a uno, te grita a ti, y luego pienso en que así hablan ellos realmente.

El fusilero se descubre la cara, y veo en su rostro el rostro de alguien más.

Mis dedos tocan la pantalla. Entonces recuerdo que estoy viendo un video, que no hay manera de alterar el pasado, que hemos pasado a la historia, que el mundo está lleno de ventanas... aunque esto no es cierto. Mente y propaganda alteran la historia, y hay cosas que por voluntad no divina, sino del poder humano, suceden sin que jamás se hable de ellas. Es la Historia de lo clandestino, la historia de una combi que se dirigía hacia ninguna parte y de algún modo todo se relacionaba.

En cualquier caso, si el personaje se salía delguión, uno siempre puede saltar de la camioneta.