Tuesday, August 11, 2009

GIVE ME HARDCORE!!!!

Quiero la cosa dura. ¿Recuerdan el tema recurrente de esta página? Lo rápido que pasa el tiempo, arena deslizándose en un reloj encapsulado. Uno debe estar preparado para los cambios. Se vienen como las olas, golpeando de frente: aquellos lejanos días en Veracruz, mirando el horizonte, el mar entre mis piernas. La sensación de relajamiento, el verdeazul del agua marina, la isla lejana ("De Los Sacrificios", se llama), el horizonte despejado.
Es... inexplicable.
Hace dos semanas convalecía con el corazón destrozado, hoy me debato en una nueva realidad, sosteniendo un micrófono (en más de un sentido). Cuesta creer que no hay cámaras por todos lados, micrófonos debajo de la mesa o pegados a la espalda. La marcha militar. Sonidos de funk y reggae anunciando la muerte del hombre blanco, de los tiempos modernos.
La escuela a la vuelta de la esquina. El público hambriento, congregado bajo la tarima. Palabras que se retuercen como serpientes, a punto de morderme los tobillos. Bacterias en el cerebro, caníbales, motosierras, descargas eléctricas, una persecusión en el metro, un asesino oculto en la oscuridad de un pasillo--imitando la voz del pato Donald--y una cama sedienta que tritura a sus ocupantes.
Se acaba el sueño. O tal vez no. El sueño sigue y sigue.
Así es la vida en un set de cine.
--The flame keeps glowing