FUNTIME

Last night I was down on the lab
Talking to Dracula and his pals

Fue una noche de terror sin fin: capas de labial rojo sangre y los kilos de delineador negro. La multitud bailaba The Passenger (versión Siouxsie and the banshees) , Killing an arab y Tainted Love, en medio de un grito agónico que resquebrajaba los tímpanos.

Desde el balcón podía ver el Tahití--un table dance--enmarcado en un aura púrpura bajo la noche citadina. A lo lejos el Angel de la Independencia, a los lados un 7Eleven y El Taller. Al fin encontrábamos un refugio donde nadie nos despreciaba, un lugar donde no nos sentíamos incómodos o completamente ajenos.

Pero la noche era muy larga, así que escudados en una capa negra nos aventuramos a las calles, al asfalto, a las risas enfebrecidas hasta que el maquillaje se desvaneció y los cabellos se enredaron como sobrevivientes de una guerra atómica.

Llegaba el amanecer y con él la promesa de volver a casa.

EL DÍA DE LOS MUERTOS

Aprovechando esa cualidad ingenua y pagana, siempre me he tomado en serio el día de los muertos. Ya sea en una trajinera en un canal nocturno, o un maratón de películas ultraviolentas, o una excursión al cementerio subiendo montañas en busca de redención, he procurado hacer algo memorable en esta fecha.

Retando al pecado, condenándome, urdiendo día a día un plan para escapar conociendo mi castigo. Ya sabía que esto era el fin, que en los últimos días ya nada me podía importar retar al peligro.

Así que me llené de valor y falté al trabajo. Me reuní con mis amigos y salimos a la calle disfrazados. Más que un disfraz, nos pusimos atuendos que siempre quisimos usar, pero que por temor al ridículo no nos habíamos atrevido.

Tanta parafernalia me hizo pensar que es aquí donde quiero estar, en el mjundo real, en la calle, lejos de presiones imaginarias e innecesarias del restaurante. Ya había tomado la decisión de renunciar este viernes, y al parecer el plan marcha sin problemas.

Adoiro el maquillaje y los peinados exagerados. La ropa desgarrada y la música de hace treinta años. La sangre falsa y las amistades encarnizadas.

Veo las fotos y parecen stills de una película underground, superguarra y sin presupuesto

Canción del momento: Here Comes that Day, de Siouxsie. Del album Mantaray (2007)