Monday, December 19, 2011

IF YOU STAY YOU CAN GO ON

Con el trasero adolorido después de un fin de semana de sexo y alcohol, contento por haber pasado la tarde apostando a los caballos en el hipódromo--¡gané una carrera!--y una extensa sesión de fotos en los bellísimos adornos en la Avenida Industria Militar.
Los caballos tienen nombres llamativos como Walkthroughfire Jess y Bettyturneroverdrive. Colmillo, Silver Psalms, Black Soul, Tributo, Rodeo Bravo. Si tuviera una hija le pondría un nombre de caballo, como Intheflesh o Lesley Gore. Me parece sorprendente que en cuestión de segundos alguien pueda perder cantidades garrafales de dinero--o ganarlas, sí cómo no--. El colmo de la frivolidad, el despilfarro, la falta de conciencia por los demás. Y en eso radica la diversión. Precipitarse sobre el barandal, gritar el nombre de tu caballo--¡Corre, Dallas Girl, corre!--mientras se disfruta de una cerveza de 13 pesos y una orden de tacos al pastor durante una fresca tarde de domingo.
¿Magia?
Faltan cuatro días para Navidad y el espíritu navideño no llega. Y no es que me haya quedado esperándolo, precisamente. En años anteriores tenía esta tradición de "enamorarme" de alguien a como diera lugar, y estarnos mandando mensajes antes, durante y después de la cena navideña, pensando que era algo especial y duradero.
Esta vez fue sólo sexo. Un ven a casa y qué tal te la pasaste. Un "hazme tu acto de magia" y "¿por qué no me llamas?"
--Porque no tengo tu teléfono.
--Apúntalo.
Está bien, guardo su número. ¿Te divesrtiste? Luego te llamo, luego nos vemos, que llegues bien a casa. You know the drift.
* * *
¿Si dejo la cerveza afuera en el balcón, amanecerá fría?
* * *
Genitalia adolorida=sexo salvaje=satisfacción emocional. La ecuación nunca falla, creo.
Él acaba, se va a casa--o al trabajo, o con su familia o a seguir tomando--y yo me quedo, adolorido. Y se siente bien. El hombre hace su cerdada y un@ se siente satisfech@, como si le hubiueran hecho un regalo (¿un hijo, quizás? Jaja... por ahí no cuaja, dice un amigo).
* * *
La soltería como padecimiento crónico... Recuerdo esos días en que odiaba ver parejas abrazándose o tomadas de la mano. Un enojo mezclado con tristeza. Esos hombres guapos, de buen corazón, esforzándose por sus mujeres. Ah, sí recuerdo, fue apenas ayer en la noche. La idea era: "nunca tendré eso". Y tras un breve repaso mental resultó que había sido posible, sinmplemente había decidido escapar y probablemente abordar el próximo vagón.
Quiero decir... candidatos siempre ha habido, y, lejos de ser una fuente inagotable, resulta que aquel que está a mis pies no resulta el indicado. Un breve contraste: me da tristeza ver a esos chicos darlo todo por sus novias/esposa/familia pero aquellos que están dispuestos a darlo todo por mí simplemente parecen indignos de mi compañía/cariño/atención.
Esos que pagan la cuenta, esos que están disponibles cuando les marco por teléfono, aquellos que mandan mensajes a mitad de la noche al estilo: "Me encanta estar contigo", "Ya tiene tiempo que no te veo y me gustaría estar cerca de ti" y, peor aún, "Ahora que estoy de comisión en Tamaulipas me mata saber que estás lejos de mí y cada segundo es insoportable porque necesito escuchar tu voz". O el chisorete ocasional: "El otro día salí con mis compas y me tatué tu nombre en la espalda". No, no los quiero a ellos.
No quiero un esclavo.
Sólo alguien con quién relajarme.
Así que he aprendido a no cargar con toda la responsabilidad. Sí, es cierto, aquel que me trataba bien le di una patada/lo estafé/lo engañé con otros. Pero también es difícil encontrar a la persona indicada; resistir la tentación de abrazarse a cualquier árbol sólo por temor a la sequía. Sería bastante lindo andar del brazo y dando besos en la calle con la misma persona, pero no lo haré a cambio de sus "ya no salgas con tus amigos", "ya no tomes", "no quiero imaginar qué haces cuando estoy lejos", "¿por qué no vives con tu familia, quién te paga la renta? no me gusta que vivas solo", "¿por qué te tardaste en contestar mi mensaje?", "ya sé que quedé de mandarte dinero hoy pero no podré sino hasta la siguiente semana", "¿por qué siempre que pasa el vecino le miras el paquete?" y lo peor, "a ver cuándo me haces de desayunar". No hago esas cosas. No soy así.
El vecino está guapo. Hay que aceptarlo y punto.
Sería más fácil si, siendo homosexual, me gustaran los tipos típicamente homosexuales. Peinado con secadora en un copete ridículamente alto; perforación en el labio inferior, lentes de sol cubriendo medio rostro, ligeramente alto, delgado, ropa pegada, un poco de ombligo asomando entre la camisa de manga larga y el pantalón de vestir blanco, bailando música electrónica y adorando ver cualquier película porque lo importante es la compañía y no lo que sucede en la pantalla. O ser pobre para disfrutar de esos roles sexuales invertidos, aguantando golpizas, encierro y una magra quincena--¡gulp!--haciendo desayunos y lavando ropa. No, no señor. Volver al pasado a recomponer relaciones tampoco es una opción.
Por lo que me espera un brillante y alegre futuro de soltería. Supongo. ¿Pensando en el futuro? ¡Vaya, esto es nuevo!
Una voz pequeña se llena de pánico y murmura, encogida en un rincón sombrío: "¡Jamás me voy a casar! ¡Nadie me quiere! ¡Nunca me voy a enamorar! ¡Nunca nadie me va a amar!"
¡Cállate, idiota! Me haces perder el hilo de pensamiento...
Ah, sí.. Pensar en el futuro. Los adultos tienes ideas y costumbres extrañas. Y ya me he convertido en un adutlo. Hay que agregar a esto aquella frase que me decía mi encantadora alumna--porque siempre se me ovidaba su nombre--: "You're a horrible person!"
Suena todo muy egoísta: quiero que me amen, quiero que me den dinero, quiero que me den hijos, y aún así poder salir con mis amigos, emborracharme y tener sexo con cualquiera que me parezca atractivo. Y así no funciona, ¿verdad? Bueno, sí funciona, pero se convierte en abuso y quiero vivir la fantasía de que soy una excelente persona. De hecho, quiero hacer las cosas bien. Me parece injusto engañar a otra persona sólo para obtener un beneficio emocional inmediato.
Entonces no, no le llamo al tipo del sábado/domingo. Ni a los otros.
Ja.
Se acerca la navidad y no estoy enamorado. ¡Vaya fiasco!
Me mantengo firme, sin embargo. ¡Si voy a querer a alguien será bajo mis estrictas condiciones! Mientras iré a ver si ya se enfrió esa chela en el balcón.
:)

0 Comments:

Post a Comment

<< Home