Tuesday, December 02, 2008

JUDAS / "LÁVAME CULERO"


Un momento de reconciliación. La cita: a las 4:30 en metro Hidalgo. Llegué, para variar, media hora tarde, ni siquiera tenía que forzar una mirada de arrepentimiento, llegué tarde y ya. El primer encuentro--luego de que me dejara de hablar dos meses por un lío de faldas--fue rápido, urgente, aunque silencioso. Tal vez mi amigo Luis no sabía cómo proceder a continuación, e hicimos un pacto tácito de seguir adelante sin mirar atrás.
Teníamos que "hablar", así que escogí uno de mis lugares preferidos del momento: el New Cine Club, frente a la Alameda, que ofrece cahuamas a precio inmejorable--ya me estoy enamorando--entre semana, además de ofrecer una variopinta muestra de chacales de todas las zonas y regiones.
Lo que empezó como un perdonar tristón, sombrío--muy al estilo de Temptation de New Order, que escucho en este momento--terminó como una celebración, un brindis con aire invernal: ya es ese momento del año.
Las tardes nubladas, el frío que repta por la piel y se congestiona en un moqueo nasal. Hablamos por hora. Conicimos a una vestida que de lejos parecía bonita y elegante y de cerca era una lamentable operación de nariz y un aire malicioso, muerto. Bastante divertido; decía ser de Aguascalientes y hablaba con un acento extraño. Su novio estaba bastante guapo--incluso le ordenó mostrarnos las nalgas, jaja--y la chica decía muchas groserías. Divertido... hasta nos invitó a Aguascalientes a conocer vaqueros ("Allí hay hombres tan guapos que de pensar en ellos me duele el culo"... clásico).
La velada derivó hacia un desparpajo de alcohol, cigarrros, risas, promesas, planes. Salimos hacia el hotel Sheraton. Caminamos frente al parque y compramos una cena exprés y chatarrera en el Seven Eleven: hot dogs, Coca-Cola, papas Sabritas. Tiempos de habmbruna etílica.
Ya es invierno. Ya es Navidad. Ya es Año Nuevo. Ya toqué fondo y volví a nacer. Cada segundo tiene un toque de decisivo, lo que parecía perdido ahora es una nueva esperanza.
Pasé de quedarme sin trabajo, sin amigos, sin escuela, sin dinero, sin novios, sin bueno gusto, sin respeto, sin familia y sin cordura a una vida adulta.
Ha sido un camino difícil y lo he conseguido. Pasé del síndrome Peter Pan a la sensación satisfecha de tenerme entero. Un gran peso de encima, quitándose de mi espalda, es saber que ya entré a la universidad--pasé ese mentado examen de la UNAM--bueno, acabo de inscribirme, pero el lugar ya está reservado. Lo siguiente se dará paso a paso, y para los curiosos la carrera que elegí es Lengua y Literatura Moderna Inglesa.
En el camino a CU en el carro con mi madre vi que enfrente alguien había tallado en el cristal empolvado: "Lávame Culero". Me pareció un chistorete de lo más refinado y no pude reprimir una carcajada, sintiendo la necesidad de tomar una foto para poder verla y reírme cuando la viera. Supongo que se necesita llegar a cierto nivel de guarrez para que el mero hecho de ver una grosería escrita provoque carcajadas...
Se me quita el suspiro y me dejo reír. Mañana me voy de vacaciones muy lejos de casa y regreso a poner mi vida en orden, que este año lamente mucho no haber conseguido una agenda.
*En el camino a nuestra reunión compré una imagen de San Judas en el metro. Soy muy antidevoto pero me pareció una imagen bonita, muy pura, de colores suaves.

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