Tuesday, July 18, 2006

TRIPTICO AMOROSO

I
Entro al cuarto y lo miro a los ojos. Lo he seguido con suma cautela y por fin estamos frente a frente.
--¿Cómo te llamas?
No contesta, ni siquiera me mira. La primera punzada late en mi sien; una reconocida señal de alerta.
Esto ya ha ocurrido antes, hace cinco minutos. Estaba con aquel tipo de Coahuila,y por más que yo gritaba él aseguraba no escucharme:
--Se mueven tus labios pero nada sale de ellos.
Volvía a gritar, con el mismo resultado. Por fin forcejee para escapar de sus brazos, empeñado en alcanzar a aquel explorador del lejano Egipto.
--¿Puedo tocarte?
Sigue sin mirarme. Al parecer no le importa mi súbita pérdida del habla. Me acerco a él, admiro sus bellas facciones. Su cuerpo cálido, y aquellas bermudas que me hacen pensar en Indiana Jones.
--¿De dónde eres?
Me toma por la cintura y nos quedamos abrazados, en silencio. Me acomodo entre sus piernas.
--¿Puedo sentarme?
--Sí. Siéntate.
--Pensé que no me escuchabas. --Lo miro con reproche. -- ¿Sabes? Hace un momento un tipo no podía escuchar mi voz... como si fuera yo un fantasma.
--Sí te escucho. Sólo que no me gusta hablar.
II
Son las cuatro de la mañana y me despierta un zumbido.
Es mi celular.
Acabo de recibir un mensaje. Lo leo y me veo presa de una gran emoción, pero es tan tarde que el sueño me gana. Me sorprende mi aliento alcohólico a la vez que pienso en dónde podrá estar él, que asegura estar llegando de muy lejos.
Me debato en sueños eróticos, o tal vez en una fiebre, porque he dejado la ventana junto a mi cama abierta de par en par.
III
--¿A ti te vi ayer?
--Sí, aquí estuve. Me acuerdo muy bien de ti...
--¿En serio?--no le creo.
--Sí. Llevabas...--se queda pensando, y en aquel segundo de inmovilidad se transforma en una momia ojerosa--. Llevabas una playera morada con una calavera de diamantes...
Suena el teléfono, es aquel chico, en gran medida imaginario, al que me he aferrado hasta con los dientes.
--¿Puedes salir de aquí? Necesito hacer una llamada.
Entra mi amigo Luis en mi rescate. Me cuestiona:
--¿Qué hacías hablando con ese loco?
--Mmmm...--me encojo de hombros.-- Me cae muy bien... Me recuerda... no sé... al Joven Manos de Tijeras... Parece como zombi. ¿Cómo te ha ido?
--Mal. No encuentro nada. ¿Y a ti?
--No tengo ganas de encontrar nada.
--Bueno, porque ya tienes a tu novio.
Empiezo a reír, enternecido.
--No es mi novio. Es sólo un mensaje de celular.
--Pero ya tienes alguien en quien pensar. Yo sólo quiero tener a alguien que me quiera.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home