OCHO SEMANAS
Ocho semanas es lo único que deseo. Que pasen rápidamente como un rìo desbordado por la tormenta intempestiva. La libertad tiene precio. El esfuerzo parece demasiado en proporción a la recompensa.
Aprendí a disfrutar cada momento. Soporto la marea como una figura de hierro. Abandono mi cuerpo al asalto, dos, tres, cuatro veces, y aún resiste, justo cuando está a punto de caer rendido.
Así transcurre la vida desde las trincheras de la clase trabajadora, bajo un lodazal de angustias y frutración. Y mientras yo tengo mi pase de salida, y una libertad y consentimiento tal vez inmerecidos, nunca es grato ver la destrucción de aquellos que me rodean.
Ocho semanas
:D
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