ESCRIBIR ES MÁS QUE ESCRIBIR

La escritura depende de la capacidad de la presona de comunicarse con sí misma. Lo descubrí leyendo el blog de un amigo: torpe, rastrero, pretensioso, deshonesto. Uno aprende más de la persona por su forma de escribir que de hablar.

Sé que mis escritos, aunque malos, tienen la fluidez del autoconocimiento.

En otro asunto, acompañé a un amigo a Coapa a comprarse unos tennis y acabé comprando un cartucho de supernintendo, Zombies ate my neighbours, un clásico inolvidable de la primaria. El único problema es que ni siquiera tengo Supernintendo.

En cuanto a Mauro, y todo el viaje, queda mucho por escribir.

Escribir es más que escribir.