Tuesday, July 15, 2008

MUCHA LUCHA


A principios de mes tuve el placer de enterarme de un ciclo de cine de lucha en el Cinematógrafo del Chopo. También hubo una proyección en la Sala José Revueltas, donde nos mostraron avances de cine de videohomes recientes con el tema de luchadores (aunque en la línea de Luchadores VS Mafiosos... me gusta más la fórmula de monstruos y ciencia ficción), un fragmento de Neutrón doblado al francés (!) que data de principios de los sesenta, Atlantis como invitado en homenaje a sus 25 años de carrera (el pobre no podía ni caminar entre tanta gente, y no le tomé ninguna foto, me pareció poco sensual) y, por supuesto, la proyección de El Ladrón De Cadáveres.
Desde que empezó la película supe que estaba ante un evento mágico e irrepetible. Las risas abundaban ante la mala actuación y poca credibilidad de los efectos especiales. Me parece molesto que las personas se rían ante ese tipo de menudencias, nunca hay que ser condescendiente con el cine del pasado, siento que màs bien se trata de formar parte de un juego, de ponerse en sintonía con lo que pasa en la pantalla y creérsela por un momento.





Pero todos se creían más listos que la película y, no obstante, hubo varios desprevenidos que se sobresaltaron con los incidentes más obvios (una mano peluda saliendo de la nada, un golpe inesperado).
Las peleas estaban llenas de acción, y hacia el final me pareció sorprendente como dos películas se fusionaban en una sola: Frankenstein y King Kong en la Ciudad de México. Y Wolf Rubinski es un bizcocho, amén de los galanes morenos y achaparrados que presenta la película (hay que culpar a los trajes de antes, si bien las divas--en este caso la secretaria-- azabache eran curvadas y frondosas , lo que explica porque las mexicanas eran vistas como bellezas exóticas).
Al final de la proyección hubo un aplauso del público, y hasta lágrimas.

Después fui a ver, en el Cinematógrafo del Chopo, Las Luchadoras VS. El Médico Asesino: una serie de clichés lingüísticos en torno a una luchadora estadounidense (pero que las imitaciones de acento francés de la caricatura del Inspector que salía con La Pantera Rosa), personajes incoherentes y faltos de memoria, poco suspenso, rutinas de lucha soporíferas y exactamente la misma trama que Ladrón de Cadáveres, el único giro era que había luchadoras, no luchadores.





El programa empezó con un documental sobre la luchadora Irma González (Irma González: Madre de todas las reinas, o algo así). Excelente apreciación de una figura popular olvidada. La señora tiene tanta gracia que dan ganas de irla a visitar para platicar con ella. Excelente trabajo (olvidé el nombre del director, estudiante del CCC o algo así) mque nadie debe perderse, aún si no se es fan de las luchas.
La última que vi fue Las Momias De Guanajuato, y debo aclarar que fue la mejor de todas las funciones porque ¡estaba en color!

Bromeo. Siempre he tenido nostalgia por el blanco y negro, pero ver un trabajo a color... tenía totalmente una vibra distina, muy moderna y cool, desde la música de jazz y las ficheras y la hermosa ciudad de Guanajuato, y los monstruos, y el enano bonachón... Casi se puede trazar una radiografía de la evolución del cine popular mexicano, empezando con la anquilosada y clasicona Ladrón de Cadáveres, imitando fórmulas del viejo Hollywood y adaptándola a una mentalidad nacionalista, hasta Las Momias..., donde ya se había explotado el cine de ficheras y hay cierto desenfado narrativo y ecos de televisión a color (el niño actor, los carros, todo corresponde a una estética inigualable).

Y aunque se ha tratado de repetir las fòrmulas, tienen un extraño tufo a que se hace muy conscientemente, los mismos realizadores contemporáneos del nuevo cine de lucha lo hacen de manera condescendiente, a sabiendas de su estatus kistch y de culto. Hace falta alguien que lo haga con gracia, con desenfado, y que, por un momento, crea en lo que está haciendo.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home