Friday, July 25, 2008

BORRADOR



Y así concluye una semana llena noches heladas, calor, lluvia esporádica, pesadillas salidas de la nada, encuentros, reencuentros y alcohol. Para empezar tuve el privilegio de ver tres películas por primera vez:
Maria Antonieta (Soffia Coppola, 2006): Leí un artículo en una revista sobre la producción y me pareció poco interesante, llena de trucos superficiales como el soundtrack prometedor y muy prefabricada. Luego se me escapó de las salas de cine y, movido por la curiosidad de algunas reseñas favorables, acudí al puesto más cercano de piratería para conseguir una copia que tardó de enero a julio en llegar. Pues vaya que valió la pena la espera, pues es una película tan exquisita como los postres y lujos que retrata, y en cuanto al soundtrack, aunque en realidad no es música moderna (clásicos de los ochenta e himnos potpunk) su uso sí lo es, mostrando tal agilidad que seguro los clones no tardarán en llegar. Una visión intimisa a un personaje histórico, humanizado. La película puede dividirse en dos partes, ascenso y descenso. La primera parte es una muestra excelente de cine contemporáneo, con personajes simpáticos (Asi Argento, un encanto) y una narración ágil, desenfadada. Hasta que se llega a un punto muerto, y el descenso no es sólo simbólico de Maria Antonieta, pues la película se desploma y no pasa nada, uno se queda con la sensación de seguir esperando. Una conclusión más que acertada, que no puntual, aunque se torna casi aburrido, pues no hay más que contar.
Cloverfield (Estudios Paramount, 2008) Me resistí al ardid publicitario con todo y destrucción masiva de la Estatua de la Libertad, si bien me sentí intrigado ante un avance de cine bien elaborado que levantó la duda (o necesidad) de saber qué era aquello que no se veía. Siempre aprovechaba la ocasión para preguntar a mis conocidos: ¿Qué tal está? ¿Apesta en serio? Bastó la recomendación de un nerd para impulsarme a mi surtidor de piratería. Una obvia secuela del 9/11, documenta de manera terrible qué sucedería si una persona cualquiera de pronto de viera en medio de un conflicto catastrófico, desde el no saber qué pasa ni hacia donde correr. Una pesadilla en carne viva que no se acaba, que es como estar ahí y no poder cmprenderlo: desorientador, interminable e insoportable, es una lástima que me la haya perdido en el cine, pues seguro me habría cagado en los pantalones. Que los finales de este género (mockumentary, falso documental) sean una acotación textual de la plagaria final de La Bruja De Blair es chocante, pero los 70 minutos que le anteceden hacen que uno perdone la casi autoparodia.
Las Ruinas (?) Apenas leer una reseña excepcional en horrordvds.com recogí mi copia pirata (sólo adquiero PRODUCTOS que conozco a fondo, así que hasta yo consumo piratería cuando no he visto la película). Según la reseña, la película no era tanto de situaciones sino de los personajes y cómo reaccionan ante ellas. ¿Pues adivinen qué? Los personajes me importaron un bledo. ¿Còmo soportar una película que se centra en la tensión interpersonal si todas esas personas son antipáticas? A diferecnia de Cloverfield, que prometía ser un churrazo pero se salva por un reparto genial (uno se preocupaba por todos, que salieran con vida o al menos completo), aquí se nos muestra una serie de caricaturas interraciales de la era de los Tiny Toons:
mexicanos con sombrero sentados bajo un nopal, alemanes que no hablan inglés pero les encanta adueñarse de otras culturas, griegos (!!!!) fiesteros y, por supuesto, estadounidenses que aman la diversión y, sobre todo, tienen un corazón nobilísimo. ¡Basta ya! Que ni el concepto serie b (plantas asesinas) alcanza para entretenerme. Claro, no me molestan los quince pesos destinados a la piratería, lo que me molestó realmente fue estar esperando hora y media a que algo me sorprendiera: ni la violencia gráfica, ni el trasero de hombre expuesto en la regadera, ni el aleman de buen cuerpo, nada... se va directamente a mi archivo del olvido.
Entre otras cosas. Casi acababa este post cuando se fue la luz y se perdió toda la información, así que será en otra ocasión cuando cuente otras de mis extraordinarias aventuras.
Mañana voy a ver Batman: El Caballero de la Noche en el cine (como debe ser) con mis amigos, y las fotos corresponden a mi última escapada nocturna en compañía de Ricardo y un individuo al que llamamos negro (yo era rojo y ricardo morado). Buenos recuerdos, en especial un desayuno en el VIPS perfecto para la cruda, y una cena oriental.

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